¿Tienes unos días de vacaciones? No hay mejor plan que hacer una escapada a Úbeda. Úbeda es la ciudad más monumental de la provincia de Jaén, capital del renacimiento de Andalucía y una de las más bellas de España. Eso sí, prepárate porque puede que te posea el síndrome de Stendhal. Quedas advertido. Así que, si estás aburrido te enseñamos qué puedes ver en un fin de semana en Úbeda.
En Úbeda hay patrimonio por doquier (es Ciudad Patrimonio de la Humanidad por la Unesco) y hay una infinidad de palacios. No encontrarás playa, pero sí un océano de olivos, una excelente gastronomía, artesanía de calidad y si lo que quieres es dejar atrás el estrés, siempre te puedes perder por los cerros de Úbeda, una expresión cuyo significado te contaremos más adelante.
La ciudad de Muñoz Molina, el escritor y académico, y la de Moisés Nieto, el diseñador de moda, es toda una lección de lo que fue y es el urbanismo renacentista, inspirado en Italia, pero al estilo de Vandelvira porque podrás ver en Úbeda una gran cantidad de edificios con su sello.
Entonces, ¿Qué ver en Úbeda en un fin de semana?
Prepárate para disfrutar de lo lindo. Úbeda está considerada como una de las ciudades más antiguas de Europa occidental, con 6.000 años de antigüedad. Además, es una maravilla tanto por sus impresionantes edificios de estilo renacentista como por los elementos que se conservan y rememoran su pasado romano, judío, musulmán y barroco.
Para saber qué visitar no podemos dejar de mencionar a su ubetense más afamado. Y no nos referimos a Joaquín Sabina, que también, y cuya casa natal puedes visitar, sino a otro menos contemporáneo: Francisco de los Cobos, secretario del Emperador Carlos I, hombre de mundo y, por supuesto, natural de Úbeda. Francisco era un amante del arte y se cuenta que viajó mucho a Italia donde quedó maravillado con el estilo renacentista que imperaba en la época. Por ello, decidió replicarlo en su Úbeda natal, como podrás comprobar en tu fin de semana en Úbeda.
De obligada visita es el Palacio de Vela de los Cobos, situado a pocos metros de la Plaza de Santa Clara (en la que, por cierto, hay aparcamiento por si vas en coche). Este palacio renacentista fue construido en el siglo XVI por el afamado arquitecto Andrés de Vandelvira. Te asombrará su perfecto estado de conservación y su fachada de piedra con una puerta adintelada entre columnas corintias. En su segunda planta sobresalen una serie de balcones con columnas coronados con un frontón. El interior, al que puedes acceder, reservando esta visita guiada con antelación, alberga preciosas habitaciones como el salón francés y el comedor de gala, decoradas con muebles, esculturas y pinturas de la época, además de una interesante biblioteca y un archivo histórico. En este edificio vivió durante muchos años la familia de Francisco Vela de los Cobos, que, amasó una gran fortuna y fue uno de los hombres más poderosos no solo de la región sino de todo del país.
Otro de los imprescindibles que visitar en Úbeda en un fin de semana es la antigua Sinagoga del Agua. Construida en la Edad Media, fue descubierta por casualidad durante unas obras en el 2007 y puede ser visitada. En su interior descubrirás seis estancias únicas entre las que destaca el Mikveh, que se utilizaban para realizar el baño ritual de purificación, tan habitual en la cultura judía. Tampoco te puedes perder la Galería de las mujeres, un espacio reservado para que las mujeres y niños pudieran asistir a las ceremonias religiosas.
Saliendo de la Sinagoga del Agua y accediendo por la calle Roques Rojas, te toparás con un precioso edificio mudéjar del siglo XIV. No es otro que el Museo Arqueológico, que custodia desde restos prehistóricos, estelas funerarias de la época romana, hasta piezas medievales y mudéjares. Esta zona es perfecta para hacer un descanso en nuestra visita a Úbeda y disfrutar de la excelente gastronomía de los restaurantes ubicados en este encantador enclave. Una vez realizada la parada de rigor para coger fuerzas, puedes dirigirte a la Iglesia de San Pablo, situada en la bonita Plaza Primero de Mayo. Es una de las más antiguas ya que de ella se tiene constancia desde época visigoda.
Por cierto, en tu ruta de fin de semana en Úbeda, no pierdas detalle de las antiguas murallas de Úbeda que rodean el casco histórico, que son un marco cultural inequívoco de las diferentes poblaciones que han pasado por la localidad. A muy poca distancia nos encontraremos la Sacra Capilla del Salvador, monumento funerario mandado construir por el más ilustre hijo de la ciudad. Pues sí, has acertado: Francisco de los Cobos Molina.
Justo al lado, puedes visitar el Palacio del Deán Ortega, que desde 1929 forma parte de la red de Paradores de Turismo de España. Seguro que sus ventanas esquineras no te dejan indiferente y qué decir de su patio en el que su juego de columnas y arcos son una mezcla del Renacimiento Andaluz con el Arte Nazarí. Fue construido en el siglo XVI por Fernando Ortega, primer capellán de la Sacra Capilla del Salvador y dejando atrás su sobria fachada en la que sobresale su portada principal flanqueada por dos columnas dóricas, podrás asomarte al interior para ver un elegante patio central renacentista de dos niveles y porticado con esbeltas columnas de mármol.
Del anterior palacio nos podemos ir a otro: el Palacio de las Cadenas, uno de los renacentistas más bonitos del país y sede del Ayuntamiento desde 1850. Otros edificios interesantes de esta plaza es el Palacio del Marqués de Mancera, construido en el siglo XVI, y la Cárcel del Obispo, un edificio que se convirtió en una prisión de religiosos. Tampoco podemos dejar pasar la oportunidad de visitar la imponente Iglesia de Santa María de los Reales Alcázares (si te apetece hay un tour teatralizado para conocerla) o el Hospital de Santiago, monumento nacional y considerado una de las grandes obras de la arquitectura asistencial del renacimiento en España.
Sin duda no te puedes ir de Úbeda sin cruzar la Puerta de Granada, uno de los accesos mejor conservados a la antigua ciudad amurallada árabe y que, dicen que fue cruzada por la reina Isabel la Católica cuando partió hacia la conquista de Baeza. También te aconsejamos visitar el Palacio de los Medinilla que tiene detrás una bizarra historia. Fue comprado por un espía de la CIA, Mr. Guth, que era también chef y allí celebraba sus famosas Cenas Jocosas de las que escribió el poeta Baltasar de Alcázar (tenía hasta un salón de baile escondido en un armario).
Si eres fan de Sabina, sí o sí tienes que ir al bar Calle Melancolía, que como habrás adivinado hace referencia a una de sus canciones y por supuesto, visitar la casa que lo vio nacer. También hay un gran mural del artista Belin dedicado al cantante en calle Mesones.
Y aquí creo que ya es el momento de conocer de dónde proviene el dicho “irse por los cerros de Úbeda”. Viene de la época de Fernando III, cuando en el siglo XIII comenzó su cruzada para recuperar lo que sería la provincia de Jaén de las manos musulmanas. En aquellos tiempos en uno de los ataques en Úbeda, el capitán Álvar Fáñez desapareció de repente dejando a sus hombres solos en la batalla. Dicen que cuando apareció, ya había terminado todo. Eso sí, le escribió al Rey justificando su ausencia por “haberse perdido en los cerros de Úbeda“. Nunca se supo si se fue por cobardía, lo hizo de forma involuntaria o, como cuentan las malas lenguas, sus amoríos con una bella joven musulmana le hizo olvidarse de sus obligaciones en el campo de batalla.
Como ves, una escapada de fin de semana a Úbeda da para mucho. Ah, se me olvidaba, no dejes de conocer la artesanía local, donde podrás comprobar la bien merecida fama de los maestros artesanos de Úbeda. Si visitas Úbeda, no debes perderte el taller de joyería de Joyería Ferrándiz, pues está incluido como Punto de Interés Artesanal por la Junta de Andalucía y en él podrás ver cómo se trabaja de forma artesana la joyería local. Además, podrás comprar joyas realizadas manualmente por los hermanos Ferrándiz como son todas las joyas de De Barro y Plata, que además, están confeccionadas con elementos decorativos de barro de artesanía local de Úbeda.
A qué esperas: escápate a Úbeda y vívela en un fin de semana
